No vamos a revelar más fuentes que las que actuaron de modo oficial. Preguntando por aquí y por allá, supimos que el matrimonio Soria no estaba en Anfi, que había dejado a sus hijos con unos amigos en Pasito Blanco. Preguntamos en el aeropuerto por el jet privado de Lyng, de cuya existencia acabábamos de tener noticia por aquellos días, y nos confirmaron que había partido por esos días con varias personas a bordo. La ausencia en Gran Canaria del líder del PP y los datos cruzados fueron componiendo una ruta que nos condujo a buscar la confirmación en la misma dirección del grupo Anfi. Y telefoneamos a Manuel Fernández, consejero delegado y mano derecha del empresario Björn Lyng, quien nos contó el itinerario con todo lujo de detalles. Así que publicamos la noticia con Soria regresando a Gran Canaria y Saavedra aún en Salzburgo. Luego, miente Soria, una vez más, cuando atribuye al alcalde la filtración.