Aquellos cuatro votos que se le fugaron al PP por el caso Tindaya fueron los de José Miguel Bravo de Laguna, Tomás van de Walle, Lorenzo Suárez y Rafael de León. El Gobierno de Manuel Hermoso salía así indemne de uno de los más sonados casos de corrupción que se le habían colgado. Luego vino el Gobierno de Román Rodríguez, y con él las primeras crisis en el seno de Coalición Canaria. Fue por aquel entonces cuando Olarte aseguró haber detectado una conspiración preparada por el PP y Coalición Canaria con el objetivo de cargarle a él el muerto. Asegura el ex presidente que existieron reuniones entre Paulino Rivero, Ángel Acebes y Luis de Grandes en las que se pactó ir a por él. Nos quedaremos con las ganas de poder confirmar todos estos extremos, aunque Olarte asegura tener cartas que se cruzó con los líderes del PP.