La noticia de la investigación abierta al inspector fiscal Jaime Montalat, con destino en la Agencia Tributaria en Santa Cruz de Tenerife, ha causado una pequeña conmoción en el mundillo mercantil de la isla. Muy conocido por su carácter afable y extrovertido, Montalat también destacaba por una importante actividad empresarial que a algunos ha venido llamando la atención por su cohabitación con su condición de funcionario tributario. Sobre él pesa una investigación abierta en un juzgado de Santa Cruz a instancias de la propia Agencia Tributaria, que ya había comunicado desde hace semanas al Ministerio de Economía y Hacienda la conveniencia de ir sustituyendo a este inspector de funciones como la que desempeñaba en la comisión técnica de la Zona Especial Canaria (ZEC). Pero hemos de aclarar que las posibles irregularidades detectadas difícilmente tienen que ver con este organismo, ya que los tres miembros de esa comisión técnica (dos nombrados por el Estado y uno por la Comunidad Autónoma) sólo se dedican a supervisar si los proyectos que aspiran a instalarse en la ZEC se ajustan a la legalidad. Las fuentes oficiales que hemos consultado apuntan a que la investigación está relacionada con la actividad profesional y empresarial del investigado. Nadie ha confirmado aún que el inspector Montalat se encuentre imputado penalmente, aunque este lunes fue visto en compañía de su abogado, Alfredo Santos, dirigirse al edificio de los juzgados de la capital tinerfeña.