Cuentan testigos presenciales que a Soria le cambió la color cuando este viernes se topó con la jefa superior de Policía durante la conferencia de Rodrigo Rato en el Cicca. Sentado en la primera fila de autoridades, el vicepresidente se volvió para escuchar la pregunta que iba a formular uno de los asistentes, que resultó ser nada menos que el delegado de la Agencia Tributaria en Las Palmas, sentado junto a Concepción de Vega en la segunda fila, a escasos centímetros. Ambas autoridades, la policial y la tributaria, han tenido necesariamente que participar en la ejecución del encargo que ha realizado la magistrada Margarita Varona, la instructora del caso del salmón. El delegado de Hacienda, facilitando a la Policía la relación e identificación de las cuentas corrientes que el matrimonio Soria tiene vivas, un total de 63, y los subordinados de la jefa superior, adscritos a la Brigada de la Policía Judicial, cotejando los pagos en metálico que el presidente del PP aseguró ante la juez haber realizado para hacer frente a las facturas de sus vacaciones en Anfi del Mar los años 2004 a 2007, y en Austria y Noruega aquel verano de 2005.