Por equivocarse, la vicepresidenta del Gobierno se equivocó hasta en el hecho que trataba de valorar, lo cual dice mucho de su grado de memez política. Dijo que en el debate político, los diputados son muy libres de expresarse como quieran. Estamos totalmente de acuerdo, de ahí que esté consagrada la inmunidad parlamentaria por la Constitución. No se ha enterado todavía la señora Julios, quizás porque por no leer no se lee ni los periódicos, que el delito que se atribuye a Soria no fue en un debate, ni siquiera en su calidad de diputado, sino en una comisión de investigación y en calidad de compareciente. No tiene disculpa la vicepresidenta porque, como cualquier ciudadano, la señora Julios debería saber que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, y que en todo caso existen los atenuantes y hasta las eximentes en el caso de deficiencia mental en sus diferentes grados. Desconocemos dónde encuadrar a esta candidata. Y si todavía estamos a tiempo de sacarla de su error, reproducimos las palabras de Soria, la certificación de la Autoridad Portuariay la confirmación de Antonio Morales. Ánimo, que están en español.