El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Una decena de menciones a la consejería
En los poco más de dos folios que ocupó en el Boletín Oficial de Canarias del 1 de abril de 2008 el Decreto 53/2008, de 25 de marzo, se cita expresamente a la Consejería de Economía y Hacienda en una decena de ocasiones, y en todas ellas para que quede perfectamente claro cuál debía ser el departamento del Gobierno que habría de ocuparse de la tramitación del aval, de su vigilancia y control, atribuyéndole capacidad suficiente para exigir información tanto a la empresa avalada como a la entidad crediticia que le concediera el préstamo de 5,2 millones de euros, que resultó ser finalmente CajaCanarias, hoy Caixabank. Así, en la disposición quinta se puede leer que “la Consejería de Economía y Hacienda requerirá a la entidad avalada para que, en el término máximo de un mes, ofrezca, mediante escrito, constituir la garantía a que se refiere el apartado anterior [la entidad avalada deberá constituir hipoteca inmobiliaria, prenda sin aplazamiento u otra forma de garantía admitida en derecho, en favor de la Comunidad Autónoma de Canarias para la plena seguridad de su eventual obligación de pago] especificando su forma jurídica y, en su caso, los bienes que puedan ser objeto de la misma, acompañando su valoración actualizada”. El decreto autorizaba a la consejería de Soria a “elegir la garantía a prestar por la entidad avalada, si la ofrecida por la misma no fuera suficiente”, y obligaba a Vanyera3 a responder “por el cumplimiento de la obligación garantizada con sus bienes futuros”. Igualmente se obligaba a la empresa avalada a “aceptar” la garantía que le propusiera Economía y Hacienda, “o en otro caso, a relevar a la Comunidad Autónoma de Canarias del aval”. Claro que ninguna de estas exigencias adquirió valor de ningún tipo al no ser registrada la garantía hipotecaria que ofreció Vanyera, lo que dejó a la Comunidad Autónoma sin capacidad de ejercer su derecho preferente en el concurso de acreedores en el que acabó la sociedad avalada. El resultado, ya lo saben, entre todos los canarios pagaremos esta negligencia de ese gran gestor que dice ser Soria.
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