Lo que sí parece que va a quedar demostrado una vez aflore toda esta trama de corrupción en este departamento de Turismo es que ha habido una desmoralizante negligencia de las autoridades. El presidente de los empresarios de agencias de viaje no se cansa de recordar que hace muchos meses que vienen denunciando ante la consejería la extraña apertura de muchas agencias de viaje que incumplen la normativa en vigor. Las denuncias no eran por estafa, evidentemente, pero sí por intrusismo, lo que debió conducir a Turismo a investigar cada uno de los casos expuestos por la patronal. De haberse investigado es más que probable que la propia Administración hubiera detectado el modo en que esas agencias pudieron abrirse sin que los expedientes en contra prosperaran jamás. Pero así son las cosas en esta nacionalidad donde todos deberíamos ser felices, en palabras de su presidente.