Efectivamente, fue Paco Moreno quien se llevó a Mónica González a Televisión Canaria. Estaba con él en Antena 3 y los informativos de aquella cadena funcionaban muy bien con ella. Le mejoró su contrato en la privada y las expectativas que tenía de marcharse a Madrid, al parecer convocada por Buruaga, que la pretendía para el telediario nacional. El contrato de la presentadora se convirtió de este modo en uno de los más suculentos de la cadena pública canaria porque la apuesta por los informativos así lo requería, al menos en la opinión de Paco Moreno. Pero, como ocurre en todos los colectivos donde florecen los mediocres (y La Nuestra no iba a ser una excepción) Mónica González levantó envidias y recelos que no se limitaban a la tropa. Con la caída de Paco Moreno, los vestigios del régimen han empezado a desmantelarse también. Después de Keyna Falcón (directora de antena), Juan Ferrer (jefe técnico), y ahora, Mónica.