La cosa se está poniendo tensa en la planta noble de Editorial Leoncio Rodríguez, en la muy santacrucera avenida de Buenos Aires, donde tiene su despacho el ideólogo de la República Independiente de Canarias (RIC), don José Rodríguez Ramírez. Sus continuos llamamientos a la ONU, a la UEA, a la UNESCO, a la UE, a las RUP, a la RAE y al Riqui-Raca-Sumbombaca-Urrá-Urrá-Urrá no han surtido los efectos deseados, lo que ha provocado un radical cambio de estrategia. Ante la inacción de las instituciones y de los organismos internacionales llamados a propiciar la independencia de las Islas, don Pepito se ha lanzado a llamar a la rebelión, a la sublevación de las masas, a las que pretende concienciar a través de sus cada vez más arrebatadores artículos editoriales. Si el domingo don José vaticinaba un caracazo en toda regla por la pobreza que (es cierto) se extiende cada día más, este lunes ya se lanzó a llamar a los indigentes a la insurgencia: “Desde estas líneas queremos hacer una petición a los indigentes de los comedores del hambre: los instigamos a que salgan a la calle sin temor para manifestarse pacíficamente y persónense ante el Parlamento de Canarias para pedir que los descarados diputados de esa respetable institución (el Parlamento es respetable para nosotros, aunque su contenido sea políticamente abyecto) renuncien a los sueldos que se aumentaron a costa del sudor de un pueblo hambriento”.