Hay entrevistas dignas de recortar y guardar en la correspondiente carpeta. Una de ellas es la ofrecida a los dos periódicos de pago impresos, Canarias7 y La Provincia, este martes por el alcalde de Mogán, Francisco González. En ellas se confirman nuestros más temidos presagios: que se acabó la tolerancia cero contra la corrupción en el PP, doctrina que se sustituye de modo diáfano por el ataque al Estado de Derecho, a los jueces, a los fiscales y a la Policía. Y al que no le guste, que mire para otro lado. Está eufórico González, que más parece un concursante de Gran Hermano expulsado de la casa que un alcalde detenido por seis cargos penales ratificados por el juez que le tomó declaración hace escasamente cinco días. La excitación por la popularidad le ha podido y ha cometido varios errores de incontinencia verbal. Pero destacaremos sólo uno. El más flagrante es la afirmación de que conocía que iba a ser detenido gracias a una información que le había facilitado su propio partido, es decir, el PP. ¿El PP? ¿Está seguro el alcalde de Mogán de que fue el PP quien le informó? Y dentro del PP, ¿fue José Manuel Soria quien le trasladó tan horribles noticias? ¿Le dijo la fecha exacta y los cargos? ¿Con cuánta antelación? ¿Le advirtió con tiempo de que no utilizara los teléfonos móviles? ¿Le asesoró acerca de la conveniencia de hacerse con dos teléfonos de prepago? Ay, Paquirrín.