Pero si la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana ha demostrado su incapacidad para continuar al frente de ese municipio tan importante para Gran Canaria y Canarias, el que se mueve en la sombra empieza a defraudar a los que un día creyeron que podía enderezar esto de alguna manera. Nos referimos a Marco Aurelio Pérez, quien con todas sus debilidades y tentaciones a cuestas, al menos representaba hasta ahora una manera más eficaz de mover una administración municipal. Pero ante la evidencia de que un consorcio como el de la rehabilitación turística puede venir de fuera a afear las miserias de dentro-casa, Pérez se ha puesto a liderar el movimiento que pide la cabeza del gerente, José Fernández. Con la habilidad que le caracteriza, Pérez ha llegado a convencer a la alcaldesa de que el que realmente le quiere mover la silla es el ex director general de Costas, una ocurrencia imposible que por respeto a los sufridos ciudadanos de San Bartolomé de Tirajana nos negamos a explicar. Por lo tanto, a esta alcaldesa sólo le queda tener la dignidad política de dimitir, y a quien le suceda, retomar las inversiones del consorcio y la salvación de ese municipio de forma inmediata.