Les podemos garantizar que les estamos ofreciendo párrafos íntegros del editorial de don Pepito de este miércoles, de manera que nadie pueda acusarnos de descontextualizar alguna frase. Es el pepitismo en estado puro, fanatismo chicharrerista caducado e hilarante, independentismo de chicha y nabos y una autocomplacencia tan ridícula que produce conmiseración. El párrafo final del editorial decía lo siguiente: “Nuestra opinión, y que nos perdonen los lectores, es que sólo los que reclamamos la independencia, además de honrados y patriotas, tenemos el honor de ser hijos de Dios y no siervos de los españoles. Y que no se le ocurra al virrey Zapatero venir de nuevo a Lanzarote a humillarnos. Ni él, ni su familia, ni su séquito, ni sus adulones”. Una definición divina, como corresponde a la deidad que la emite.