Para compensar a César Pelli, Pepa Luzardo tenía otra genial idea. Conocía perfectamente los deseos de la promotora Evemarina de producir algunas modificaciones en la altura del edificio que programa en el estratégico solar de la calle Pavía, justo frente al auditorio Alfredo Kraus. Con las consabidas modificaciones que soporta cada día ese maleable Plan General, los promotores pretenden del Ayuntamiento autorización para una torre de unas dieciocho plantas mediante la concentración de la edificabilidad en una parte de la parcela. Desconocemos si va a prosperar o no esa posibilidad, para lo cual Evemarina se ha hecho con los servicios de un experto urbanista, el abogado y arquitecto Carmelo Padrón. Pepa, que siempre anda lista, ya se adelantó a dejarse agradar por los propietarios, y les ha pedido que sea Pelli el autor del proyecto de torre tan emblemática. Los promotores parecen haber transigido, pese a que en un primer momento habían barajado el nombre de Santiago Catatrava. Nada menos. Pero donde manda Gran Marina no manda Evemarina, como es bien sabido.