Tiene razones de peso Ralons en bramar contra los informes del Cabildo y hasta en crujir la batería de su teléfono móvil, removiendo Roma con Santiago, para que la Casa Palacio se atreva a pasar de la chapuza de sus técnicos y, en vez de declarar desierto el embrollo, solicitar información adicional a quien opta al concurso. Aunque va a ser que no. La decisión política en el Cabildo estaba tomada al filo de la medianoche y esa gran chapuza que llegó a liderar los Presupuestos Insulares de 2007 se quedará en el cajón del olvido. A no ser que se pretenda abrir un conflicto que llegue a los tribunales y ponga en juego muchas más cosas que el piscinazo del PP en Siete Palmas. La UD Las Palmas, además, con el nuevo proyecto en ciernes, también puede salir ganando con lo que realmente le interesa (¿ o no?): dos o tres campos adicionales al Estadio de Gran Canaria. Y Santas Pascuas.