Fue este lunes un día completito para José Manuel Soria, que además de recibir en Canarias al presidente de su partido, Mariano Rajoy, conoció de modo oficial una noticia que le interesaba conocer: que el fiscal jefe del TSJC, Vicente Garrido, quiere empurar a Domingo González Arroyo, presidente del PP majorero y marqués de las Dunas. Les parecerá paradójico que el líder de un partido pueda alegrarse de que a uno de los suyos le pueda caer un juicio con jurado por un presunto delito de cohecho, el famoso kilillo. Pero ésa ha venido a ser la fórmula escogida por Soria para levantar al marqués por los aires. Ya saben: los detenidos en Telde y Mogán lo fueron por culpa de López Aguilar y Carolina Darias, y hay que recuperarlos para la vida pública, y al marqués, que cae en las garras de la Justicia por la denuncia de un independiente, se lo van a cargar del modo más expeditivo. No nos negarán que son campeones en el doble rasero.