El presidente del PP majorero tiene en el comité local de Pájara el mismo grano que Soria tiene con él en Fuerteventura. Vamos, que se quieren gobernar solos. Y para González Arroyo la plaza sureña es vital para poder gobernar en La Oliva. Por eso necesita dos concejales “virguillos”, en expresión autóctona, que apoyen al socialista Blas Acosta a cambio de que el PSC le ayude a desalojar a Claudina Morales de La Oliva. El marqués en persona ha asegurado a los suyos en Pájara que “encuestas científicas y antropológicas que yo manejo indican que tenemos la isla controlada”, menos el municipio sureño. Frente a ese empeño, Blas Acosta, que también es candidato socialista al Cabildo, ya ha confesado que prefiere al marqués que “a los sectarios de Coalición Canaria”. Mientras, empieza a consolidarse la reaparición de la Plataforma Popular de Fuerteventura, otro grano más para Soria, a compartir al alimón con el marqués. Esto de Pájara, ya les avisamos, no ha hecho más que empezar.