No es la primera vez, decíamos, que la gente de Coalición Canaria utiliza los mecanismos de la Cámara del modo más indigno y vergonzoso que se pueda imaginar. En marzo de 1993, cuando se debatía la moción de censura contra Jerónimo Saavedra, aquella que le presentó su vicepresidente, Manuel Hermoso, y que dio lugar al nacimiento de esa cofradía de partidos, ya dieron muestras de lo poco que les importa el buen nombre de las instituciones. De improviso, cuando se iba a votar la censura, y tras un accidentado viaje a Madrid de dos diputados del PIL, conducidos por la fuerza a la Cámara, se bloquearon los faxes del Parlamento para que no pudiera entrar una sentencia por la que se condenaba al entonces diputado Dimas Martín, que quedaba inhabilitado y no podía votar. Su voto era exactamente el que hacía el número 31. La sentencia no entró, Hermoso se convirtió en presidente y nació Coalición Canaria. Fue la única legislatura en que tuvo mayoría absoluta.