Las diversas partes contratantes de la parte contratante que organizaron los fastos valoran el esfuerzo hecho por el Cabildo de Gran Canaria, que logró colarse en el staff comprometiendo un tope de aportación de 20.000 euros, lo que le valió el privilegio a su presidente de poder intervenir en la jornada de apertura, reservada mayormente a un representante del país anfitrión y al secretario general de la OMT. Bravo de Laguna puso una pica en Flandes al constituirse en Madrid y conseguir colar al Cabildo entre las entidades organizadoras y firmar un convenio con la OMT y el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana. Pero una vez estampadas las firmas, hechas las fotos de rigor y distribuidas convenientemente, el Cabildo desapareció del mapa, según las quejas que hemos escuchado. Tanto que todavía están esperando en Meloneras a que desde Bravo Murillo envíen la lista con las autoridades que iban a acudir y el nombre del responsable de protocolo que ayudaría a ubicarlas. Pero lo importante es que hayamos tenido Día Mundial del Turismo, y las importantes son las empresas pequeñas y medianas que han arrimado el hombro para que todo resultara un éxito.