Una situación que, como viene siendo habitual, sólo perjudica a los usuarios de las instalaciones, es decir, a los sufridos ciudadanos de Telde. Tanto Perera como nosotros desconocemos la cantidad que el Ayuntamiento adeuda a Eulen, pero quizás bastaría con lo que el grupo de gobierno destina a pagar abogados para atender los numerosos pleitos en los que se ha metido para tratar de tapar sus propias vergüenzas. A ver si Guillermo Reyes, alcalde en funciones, puede distraer una parte de su valioso tiempo dedicado al urbanismo en atender una cuestión que afecta a tantas miles de personas.