Si todo sale como está previsto, este jueves se abordará en el pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la resolución del expediente disciplinario abierto en 2006 al ex presidente de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Su caso iba a quedar inicialmente eclipsado por el de Baltasar Garzón, pero la suspensión del magistrado de la Audiencia Nacional ha quedado aplazada a la espera de que el Supremo remita las actuaciones al órgano de gobierno de los jueces. Así las cosas, la decisión sobre Martín llega al pleno con dos corrientes de opinión bien definidas: de un lado la que coincide con las conclusiones del instructor del expediente, el presidente del TSJC de Cantabria, César Tolosa Triviño, que considera que el magistrado canario cometió cuatro faltas muy graves que aconsejan su expulsión de la carrera. La otra corriente es la que propone una “solución humanitaria”, consistente en dejar que este expediente pase de manera más suave por el pleno, o que en su defecto se aplace la decisión, para que el expedientado pueda llegar a mayo y jubilarse con todos los honores y con todos los derechos económicos de su posición como magistrado. En caso de triunfar esta segunda tesis, Martín podría incluso permanecer más tiempo en la carrera como magistrado emérito ante la escasez de juristas en órganos colegiados, lo que supondría que ejercería cinco años más.