Podemos traer aquí un amplio abanico de ejemplos que demuestran la grave crisis que padece el Cuerpo Nacional de Policía y éste para con el resto de la sociedad. Pero nos quedamos con la última, la cena de gala del pasado viernes en el hotel Santa Catalina, aperitivo de los fastos de este martes. Organizada al modo del éxito del año pasado, en que acudieron más de 200 personas, en esta ocasión hubo exactamente 46, de las que 21 eran invitados, mayormente el generalato. Y encima, invitados del comisario provincial, Abelardo Gallego, que emitió los correspondientes saludas a su nombre en ausencia del jefe superior, que se encontraba de vacaciones, y saltándose a la número dos en el escalafón, Purificación de Vega. No sabemos si fue ese desplante, si fue el mal ambiente reinante o la muy pedestre razón de que el cubierto costaba 25 euros por cabeza, lo que provocó el pinchazo. En Tenerife los invitados se contaron por centenares, hasta cinco, pero es verdad que cada comensal aflojó tan sólo 15 euros.