Pero si fue importante el acuerdo de limitar al máximo las arbitrariedades en el nombramiento y contratación de enchufados, no debe pasar desapercibido el que se refirió a la participación de la Autoridad Portuaria de Las Palmas en la comisión mixta para el diseño del nuevo frente marítimo de Las Palmas de Gran Canaria. Ese acuerdo supone aceptar al Ayuntamiento de la ciudad como impulsor del concurso de ideas que ha de ordenar no solamente el istmo, sino todo el litoral desde La Laja hasta la Cícer, dando la vuelta a La Isleta, claro. De este modo queda totalmente certificada la muerte de la majadería aquella de La Gran Marina, por mucho que algunas excéntricas sigan luciendo pulseritas verdes en un patético intento por reivindicar lo imposible.