José Luis Jiménez era el jefe de gabinete de Luis Soria cuando éste ocupaba el puesto de consejero de Industria, es decir, cuando estalló el escándalo por el frustrado concurso eólico. A Jiménez, comunicólogo, le citó en tiempo y forma la comisión eólica del Parlamento, seguramente para que contara con detalle aspectos de la actividad pública de Luis Soria. Entre otros asuntos, requiere especial atención aquel famoso viaje a Alemania en el que se encontró con los hermanos Esquível, piezas clave de aquel concurso en su vertiente del tiburoneo. Ya habrán leído en nuestra edición de hoy que Jiménez prefirió el escaqueo, lo que nos extraña una barbaridad. Primero, porque lo conocemos y es un hombre pusilánime y temeroso de Dios y de la Ley y, segundo, porque estamos seguros de que él precisamente no tiene nada que ocultar de su trayectoria. Cosa distinta es que, por aquello de tener que llegar a final de mes, alguien le haya comprometido prometiéndole cosas de futuro. Con él ya son dos los ex subordinados de Luis Soria que consiguen no comparecer, lo que evitará al ex consejero llegar a la comisión después de que ésta haya escuchado cosas grandiosas. Este martes, vaya martes, comparece don Luis. A ver qué cuenta.