Felicitamos muy efusivamente al PP nacional, y muy particularmente a su presidente, Mariano Rajoy, por la exquisita capacidad que tiene para dejar in puris naturalibus a su hombre en Canarias, José Manuel Soria. Este fin de semana el PP de Génova lo ha desautorizado de modo contundente gracias a esa conferencia en la que intervino Rajoy para elogiar la figura de su hombre en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, apeado de la presidencia de la Xunta por un pacto de todos contra el PP. Vaya, cuanto lo lamentamos. Dijo Rajoy que hay que proponer una nueva ley electoral por la que gobierne el que tenga un diputado más que la segunda fuerza política, lo que dejaría ahora mismo al PP canario en la grada curva del Parlamento, donde se sientan los terceros. Lo tiene fácil el PP si quiere cambiar las cosas, que toque el Estatuto de Autonomía en el Congreso, donde por cierto, la gente de Soria se niega a abrir la Ley Electoral para hacerla sencillamente constitucional. Y, de paso, que nos expliquen lo de los artículos catalanes bendecidos aquí por el PP.