Hizo el ridículo Luzardo ante los funcionarios europeos confundiendo sentencias y comparando concursos como el de la Scala de Milán con el de su istmo. Es lo que tenemos y lo que nos hemos dado. Pero saltemos al extremo sur de la ciudad. No puso mala cara la alcaldesa ante la pretensión de colocar una gasolinera en la zona del Tívoli, donde la toponimia dice Llanos de La Paz. Pese al incompresible deseo de los representantes de carreteras, la ponecia de la Comisión de Ordenación del Territorio de Canarias (Cotmac), dijo que no. A ver, don Arcadio, doña Nardy, vigilen esa zona, aquella donde se especuló en el pasado con un cementerio. Habita por allí un empresario amigo del recomendable señor Soria. Y crean que somos adivinos: porque auguramos que en el futuro vamos a contemplar ganas de reclasificación. Vean las zonificaciones del PIO y del Plan General y ya verán algo poco recomendable.