Nunca se pudo imaginar Miguel Zerolo que su escaramuza para configurar un gobierno de concentración santacrucera en el Ayuntamiento iba a generar más pleitos que acuerdos políticos. Porque acuerdos, lo que se dice acuerdos, sólo ha provocado el que tomó consigo mismo el concejal Nacho González, del CCN. Los demás partidos se partieron, no de la risa, sino por el eje. El PSOE, desautorizando a su concejal Ramiro Cuende y aprovechando para despachar a Gloria Rivero, y Ciudadanos de Santa Cruz, viendo reducidos sus exiguas coincidencias a la nada. Para colmo, a Guillermo Guigou, alma, corazón y vida de Ciudadanos, no se la ha ocurrido otra cosa que sacar a paseo sus instintos más primarios y meterle cuatro gritos a Odalis Padrón, dirigente de su partido. “Te escacho la cabeza”, le ha llegado a soltar, con ratificación posterior. La cosa ha terminado en el juzgado de guardia. Bueno, terminado, no. Parece que no ha hecho más que empezar.