Daba toda la impresión Guillermo Reyes de haber estado deseando desde hace tiempo los cinco minutos de gloria que el juez García-García Satoca le concedió este jueves en los juzgados de Telde. El que lo fuera todo en el Ayuntamiento de esa ciudad en el funesto y tenebroso mandato de su partido, AFV-Ciuca, con el PP, acudía a declarar como imputado en Faycán, y salió sin prestar declaración (sin ser entrevistado, en su argot). Dice Reyes que eso fue así porque el juez descubrió que la firma de una cédula de habitabilidad en favor de la empresa Preconte no era la suya, como se sospechó en un principio, y que ya lo llamarán más adelante. Se lo confirmamos: lo van a llamar. Y lo van a llamar de todo.