En su día dijimos aquí, cuando Manuel Godoy le ganó las elecciones a Demetrio Suárez en Agragua, que el hoy alcalde de Gáldar le había ganado unas primarias y que lo que venía después era que el socialista perdiera las municipales. Demetrio fue un magnífico alcalde de Gáldar, pero en el normal envejecimiento biológico, al final lo que él quería no era lo que querían los ciudadanos. Pura lógica que también se ha dado en otros históricos dirigentes municipales. Entre sus últimas decisiones figura un convenio con retranca según el cual el colegio Antonio Padrón habría de convertirse en suelo con uso para aparcamiento, comercial y viviendas. Los afortunados, un grupo empresarial de Tenerife, Alisio, nada que objetar. Para sustituir el colegio, el ya ex alcalde había previsto en el Plan General que el barranco de Gáldar, albergara en su ensanche todos los usos docentes de la ciudad, desde el preescolar hasta la reválida. Y en esto, se produjo el relevo institucional.