José Francisco Henríquez ha decidido finalmente abandonar su puesto de vocal del Consejo de Administración de La Caja después de comprobar que manteniéndose salían perjudicados sus intereses y los de la entidad. Así lo comunicó este lunes ante ese órgano ejecutivo, escenario de dos conflictos que se han tornado irreconciliables desde que metiera la cuchara el consejero de Economía y Hacienda del Gobierno, José Manuel Soria, al que pueden más las obsesiones y las vendetas personales que el interés general y las obligaciones inherentes al cargo. Henríquez ha podido verificar en carne propia la imposibilidad de conjugar sus intereses como cliente histórico de la entidad con su continuidad en el Consejo de Administración. Y ha optado por lo primero. Este lunes recibió el respaldo de representantes de Nueva Canarias y de los impositores, contrarios a las injerencias externas que ha sufrido la entidad desde que se denegara al consejero desde la Consejería de Economía y Hacienda la renovación de operaciones que tenía firmadas desde hace años.