Tampoco es para ponerse tiquismiquis. Si hacían falta unos niños que entregaran unos presentes a los Reyes de España durante su reciente visita a Las Palmas de Gran Canaria, no era plan convocar un concurso público para encontrarlos. Habrían de ser monos, simpáticos, resueltos y nada cortados, de modo que ni la presencia real ni tantos fotógrafos ni la emoción del momento les hiciera echarse atrás. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria lo resolvió pronto, llamó al concejal de Policía Local, Paulino Montesdeoca, y éste colocó allí a sus hijos. Y ya tenemos foto para la posteridad, que poco a poco se va haciendo curriculum al andar.