Mientras los partidos políticos discuten su futuro, el deterioro en el funcionamiento de los servicios públicos continúa su paso imparable en Canarias. Por muchas declaraciones de intenciones, muchos brindis al sol y muchas campañas de choque, la sanidad canaria sigue cayendo a niveles anteriores a las transferencias estatales. Este domingo una ambulancia tardó una hora y media en llegar a La Lechucilla, en San Mateo, a pesar de la gravedad del accidente que motivó una llamada al 1-1-2. Una valla municipal en mal estado, que ya ha provocado otros incidentes, fue la culpable de que un hombre que se apoyó en ella cayera de una altura de ocho metros y medio. Sus amigos, que acababan de almorzar con él en el restaurante El Calero, llamaron a emergencias y le atendieron como pudieron sobre el asfalto, que se derretía por momentos y lo complicaba todo. No quisieron moverlo porque se temieron lo peor, pero el herido se recupera satisfactoriamente, aunque quedó en observación la noche de este domingo en urgencias del Doctor Negrín.