El colectivo de windsurfistas de la playa de El Burrero nos ha hecho llegar una queja en toda regla por lo que consideran una política de acoso y derribo contra la práctica de este deporte por parte del Ayuntamiento de Ingenio. Según nos cuentan, los responsables municipales, a través de la Policía Local y Protección Civil, llevan un tiempo persiguiendo y amedrentando de manera “vergonzosa”, tanto a los vecinos del municipio, que durante años han utilizado esta playa para la práctica del windsurf, como a los profesionales de este deporte y turistas. No sabemos lo que dice, si es que tiene algo que decir al respecto, el alcalde Domingo González, pero sólo por si acaso, debería tomar buena nota de las denuncias de estos deportistas, quienes se sienten tratados por los agentes municipales como auténticos “delicuentes”. Aseguran que incluso se les ha llegado a amenazar con multas de hasta 5.000 euros. Con un par de sanciones como éstas, un buen servicio de limpieza de arena y un bonito monumento a la concordia -por ejemplo-, lo mismo se consigue la bandera azul para el año que viene.