Una de las notas más coloristas de la jornada electoral no la puso el gasolinero de La Atalaya de Santa Brígida que se dedicó a acarrear viejitos con un fajo de billetes de diez euros; ni el tongo electoral que habrá que terminar que investigar en Mogán. Ni siquiera hubo anécdotas novedosas con respecto a otras convocatorias si no fuera por las protagonizadas por los trabajadores de Socater, la empresa que provee de contenidos a la Televisión Canaria. Andan en huelga, como seguramente todos ustedes saben, y fueron capaces de posicionarse en todas las sedes de campaña para manifestar su protesta luciendo llamativas camisetas rojas y algunas pancartas. Lejos de tomarlo con deportividad y asumir que se trabaja en un medio público y que la información y la opinión han de ser plurales, el director de Informativos de La Nuestra se metió en un jardín verdaderamente espectacular para descalificar a los compañeros a los que, muy pronto, tendrá que mandar de nuevo.