Más escándalos en Telde

Sostiene en plan faquir la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, que la alcaldesa de Telde sabe hacer las cosas bien en tiempos difíciles. Un sable de difícil digestión por el histórico comportamiento de María del Carmen Castellano (PP)en algunos escándalos por los que se sentará en el banquillo y por algunos episodios nada edificantes vividos durante este mismo mandato. Conocedora de graves irregularidades de algunos de los suyos, aficionados a meter con descaro la mano en la lata del gofio, hasta ahora solo se conoce una visita suya al juzgado de guardia a interponer denuncia: la que le metió a principios de este mismo mes a su ex director general de Recursos Humanos, Joan Perdomo, al que despidió con cajas destempladas al enterarse de que presuntamente había falsificado su título de licenciado en Derecho y los que le acreditan como poseedor de dos máster, uno en Recursos Humanos y el otro en Ciencias Forenses. El resto de las aplastantes sospechas que la alcaldesa ha tenido sobre el comportamiento de algunos de sus compañeros concejales del PP solo se han saldado con el traslado de destino alejándolos de la tentación para así evitar el pecado. Pero la misma semana pasada en que caía destituido Joan Perdomo, la alcaldesa despedía, sin ni siquiera agradecerle los servicios prestados, a un histórico del gorroneo teldense, Chano Henríquez, el auxiliar de carpintería que, como muy bien describe un conocedor de su trayectoria, “no ha cogido la lija desde que descubrió la teta del Ayuntamiento en 1987”.

Recaudando dinero para La Hoja Popular

Y es cierto. Chano Henríquez, cesado como asesor de la alcaldesa para asuntos que no hemos podido concretar, ha estado siempre revoloteando alrededor del poder municipal teldense desde que descubrió lo azocado que se puede vivir a la sombra del grupo que en cada caso gobierne. Para ello, no ha tenido ningún problema jamás de pasarse del partido que le inició en la política, el Partido Comunista de España, hasta acabar en el PP previo y sucesivo paso por Izquierda Canaria Unida, Ican, Coalición por Gran Canaria (el partido del Zorro Plateado) y Coalición Canaria, para acabar rebotado, tras tocar sin éxito en dos o tres más, en el Partido Popular. Ya se sabe que esta formación no hace ascos a ningún conseguidor, y Henríquez se ha presentado siempre como eso, un conseguidor. Su destitución ha sido presentada por el PP como un fin de ciclo ante la inminente jubilación del destituido, alegando que las funciones que desempeñaba han quedado o bien realizadas o bien en manos de concejales que no lo quieren revoloteando por sus alrededores. Pero esas excusas son tan poco serias como creíbles. Todos los portavoces de la oposición municipal han tenido en sus manos un extracto bancario que presuntamente demostraría una trapisonda que acabó con la carrera asesora del conseguidor. Con ese documento, que la alcaldesa también conoce pero que no ha llevado ante la justicia, parece probarse que Chano Enríquez se ha dedicado estos últimos meses a recaudar dinero para una revista de reciente aparición, La Hoja Popular Canaria. Ese dinero se depositaba en una cuenta corriente bajo el control del destituido asesor que, en el cajero de la plaza de San Juan, se dedicó los últimos días de su reinado a sacar de ella reintegros de 400 euros que raudo y veloz ponía en manos de algunos de sus superiores. Siempre todo ello presuntamente, válganos el cielo. Al enterarse la alcaldesa montó en cólera muy al estilo de grácil amazona que le enseñan policías locales de su guardia pretoriana. Y, acto seguido, firmó la destitución de Henríquez.

Inminente traslado de Fidel Ortiz

El extracto bancario incautado a este polifacético carpintero reflejaba ingresos de empresas que prestan servicios al Ayuntamiento de Telde, como Elecnor, encargada del mantenimiento del alumbrado público, o de la empresa mixta Aguas de Telde, participada al 50% por el consistorio. Como quiera que el responsable de servicios públicos es el concejal popular Fidel Ruiz, todo el mundo da por hecho que en breves fechas se decretará su traslado a otra concejalía, como hiciera la alcaldesa con otro concejal de costumbres molestas e insalubres, Fran López, retirado de Urbanismo al descubrirse que con el ex jefe técnico de esa oficina, el funcionario José Luis Mena (condenado por el caso Grupo Europa) comía huevo y sobraba huevo. Las cantidades presuntamente por Henríquez eran calderilla, no más de 10.000 euros, y el dinero que también presuntamente repartía entre sus allegados municipales, no superaba las entregas de 400 euros. Una verdadera birria si se tiene en cuenta el resultado obtenido y el riesgo de que alguien lleve el asunto a los tribunales de justicia.

Dos juicios para Mena este mismo mes

Telde se ha convertido desde 2007 en una ciudad de escándalo. El estallido del caso Faycan, cuyo juicio se retrasará todavía más por actos procesales y porque la Audiencia Provincial no quiere perjudicar al PP durante las elecciones de mayo próximo, y la actividad de algunos personajes que no aprenden ni a palos, la han marcado para siempre. Los teldenses no se sobreponen de una sacudida para presenciar otra, mientras la urbe ha de conformarse con pequeños consuelos como su reciente elección como ciudad europea del deporte en 2015. En casi todos esos escándalos de corrupción aparece siempre la enorme figura de José Luis Mena, el funcionario que se prestó a las mayores cochinadas que imaginarse pueda y que acaba de ser condenado a casi siete años de prisión por la primera causa a la que se ha enfrentado, el caso Grupo Europa. Este mismo martes, el TSJC le ha retirado el pasaporte para minimizar el riesgo de fuga que presenta un personaje del que consta (según la Agencia Tributaria) un enriquecimiento ilícito cercano a los 400.000 euros. Este mismo mes deberá responder por otros dos asuntos ante la justicia: el día 16, por la presunta falsificación de documentos en el caso Alisios, la urbanización en la que precisamente levantó su soberbio chalet justo cuando se investigaban sus andanzas en el caso Faycan. Esa falsificación le permitió llevar al banquillo al ex concejal de Nueva Canarias Ildefonso Jiménez, absuelto por la justicia tras una primera condena que fue recovada en todos sus términos y que le impuso la juez Mónica Oliva, hija del ex concejal del PP Carmelo Oliva, también acusado en el caso Faycan. El otro juicio de Mena es por acoso laboral a un dirigente de Comisiones Obreras en el Ayuntamiento de Telde, y se celebrará el día 21. Cuando adquieran firmeza las condenas que ya ha empezado a acumular y sume antecedentes penales, verán qué bien ha hecho el TSJC en retirarle el pasaporte.

Dos meses de vacaciones

De momento, Mena digiere lejos del Ayuntamiento su condena y lo que se le viene encima. Para ello ha conseguido que el concejal de Urbanismo, Pablo Rodríguez, le haya concedido dos meses de vacaciones que el condenado ha justificado alegando que se le adeudan 60 días por lo mucho (y seguramente bien) que trabajó el nuevo planeamiento de la ciudad. Algunas fuentes municipales aseguran que por ese esfuerzo extra, que él compaginaba cosiendo para la calle, se le compensó sobradamente con sobresueldos (legales) de entre 1.500 y 2.000 euros al mes. Pero quizás el concejal ha preferido tragarse el embolado que soportar la presencia de ese funcionario en las dependencias de Urbanismo, donde provoca entre sus compañeros dos sentimientos encontrados. Los hay sobre los que infunde un miedo atroz. Conocen sus métodos y de lo que ha sido capaz con tal de salirse con la suya. El resto lo desprecia como profesional precisamente por lo anterior. Desde que fue rebajado a la mundana condición de funcionario de a pie, ha dedicado muchos de sus esfuerzos a entorpecer la tarea del departamento, donde aún mantiene al menos a un trabajador fiel, y algunos expedientes han sufrido incomprensibles retrasos. Si por algunos fuera, le darían vacaciones hasta que la primera de sus condenas se haga firme y pierda su condición de funcionario público para pasar a vivir del Estado en otro lugar menos honroso.

Campanazo en las primarias del PSOE

Cuando la cosa parecía entrar en el terreno del aburrimiento, con los candidatos a las primarias del PSOE de Canarias entretenidos en lanzar propuestas más o menos creíbles, va uno de ellos, Gustavo Matos, y da el campanazo. Su acuerdo con Paquita Luengo, candidata frustrada al no poder alcanzar el número de avales exigidos, supone un interesante espaldarazo para quien en todos los ámbitos oficialistas del partido daban como perdedor. Matos, que fue el primero en manifestar su deseo de concurrir, aun cuando se creía que su oponente sería José Miguel Pérez, retirado por sorpresa en vísperas del proceso, verá sumarse a sus apoyos los que pueda granjearle la que, cosas del destino, es su superiora jerárquica en la Consejería de Empleo, Industria y Consumo, en la que ejerce de director general de Comercio. El gesto de Paquita Luengo es de una generosidad extraordinaria: crítica con la manera en que Pérez se retiró y nombró sucesora a Carolina Darias, Luengo resistió durante meses las presiones que desde algunos sectores del partido le llovían para que destituyera a su director general por haber osado, sin permiso del aparato, pedir primarias y ponerse a calentar en la banda. Su gesto no solo es un reconocimiento a la candidatura de Matos sino un refuerzo territorial gracias a la implantación que la consejera tiene en todas las islas, pero particularmente en Gran Canaria, donde Matos tenía a Darias como dura competidora. Cierto es que la tercera candidata en liza, Patricia Hernández, cuenta con la aportación de la portavoz del PSOE en Las Palmas de Gran Canaria, Isabel Mena, otra damnificada de los apaños del aparato al designar a Augusto Hidalgo como candidato a la alcaldía de la ciudad sin el más mínimo sometimiento a la ejecutiva local ni a los que ahora se baten el cobre contra Juan José Cardona. Pero nada va a ser igual en el proceso de primarias a partir del momento en que Paquita Luengo se ha unido a la candidatura de Gustavo Matos. Deja de ser el patito feo, con perdón, para convertirse en un candidato con muchas posibilidades.