José Luis Sánchez era un perfecto desconocido cuando estalló en Telde la llamada operación Faycán, pero a partir de estos días se convertirá en un personaje de álbum. Era el secretario general del PP, a la sombra de la presidenta Mari Carmen Castellano, lo que a muchas personas llevaría a pensar que también estaría al tanto de las trapisondas denunciadas por un testigo molesto, Francisco Gordillo, que ha hablado hasta por los codos de la financiación ilegal del partido. Sánchez fue uno de los beneficiados por la conmoción de Faycán porque, de repente, pasó a ser el presidente del PP en la ciudad y, de ocupar la gerencia de una empresa pública sin empleados, a la que sólo iba a cobrar, a director de gobierno de Servicios Sociales, Aguas, Saneamiento y Solidaridad (muy bueno lo de solidaridad después del saneamiento, sí señor). Ese es el nuevo puesto que le ha otorgado el recien nombrado alcalde, que empezará a notar muy pronto en sus carnes la desesperante levedad del cargo público teldense.