Los técnicos municipales de Las Palmas de Gran Canaria aseguran que ellos no emitieron informes que avalaran la construcción de una planta potabilizadora de evaporación, pero de momento tampoco han aparecido los dictámenes contrarios, aunque fuentes de Emalsa aseguran que estos últimos existen. Y que los conoció Soria en tiempo y forma para, acto seguido, no hacerles ni puñetero caso. Las mismas fuentes de la compañía aseguraron que no piensan asumir el marrón de la planta Las Palmas-Telde, que ya bastante hicieron con intentar en su día que la comprara el emirato de Dubai porque sólo un país productor de petróleo es capaz de asumir el coste económico de una instalación así. Descartamos el coste ambiental, que en ese tipo de sitios no constituye prioridad alguna. Sí en España y en Canarias, donde la puesta en funcionamiento de una planta como Las Palmas-Telde supondría una emisión de COque acabaría con las previsiones del protocolo de Kioto.