La procuradora de los tribunales María del Carmen Benitez nunca ha tenido asesor ni agencia de publicidad. Siempre le bastó el talismán de su marido, al que, como es natural, acompaña a toda recepción, cóctel o ágape donde pueda haber un cliente potencial. El eslogan de su despacho no aparece en ninguna cartelería, ni en una cuña de radio, ni en un faldón de publicidad en prensa. Lo pronuncia ella cuando su esposo le presenta a algún director de empresa pública, un empresario, un directivo de entidad con posibles: “¿Y por qué no llevo yo tus cosas?” Conocemos a un par de procuradores y procuradoras que cuentan cómo perdieron clientes de toda la vida gracias a eslogan tan convincente. “Oye, mira, que me cogió anoche en un cóctel la mujer de Soria, y chica, lo siento, me sentí presionado... Y le tengo que pasar tus asuntos a ella...”