No andan mucho mejor las cosas en San Bartolomé de Tirajana, donde, sin embargo, el PP no sufre la vergüenza de la corrupción como en Telde o en Mogán (ya vendrá Santa Brígida cuando el benemérito cuerpo diga). Sin embargo, el empeño de Soria por colocar en la lista de Marco Aurelio Pérez a personas de su confianza ha causado cierto malestar en el comité local del partido. El presidente del PP canario no quiere perder el control sobre el que pudiera ser el único Ayuntamiento de toda Canarias que pueda estar en manos de su partido después del 27 de mayo. Es, además, un Ayuntamiento estratégico por sus cualidades de siempre y, atención, porque está terminando de tramitar su modificación eterna del Plan General de Ordenación Urbana. Y ya se sabe cómo son de golosas las 10.000 moscas que una vez a un panal de rica miel acudieron. Pérez se rebela y en su círculo de allegados se especula con que está empezando a desempolvar aquellas viejas siglas de Agrupación de Vecinos, de su maestro y mentor Paco Araña del Toro.