El mejor puesto, de dos con Aguedita

Los partidos políticos apuran, no sin dificultades por los tiempos agrios que nos tocan vivir, la confección de las listas para una de las convocatorias electorales más reñidas –y por tanto interesantes- de la historia de la democracia española. Y olé. En Canarias no pasa un día (y faltan todavía setenta y pico) sin que un nuevo factor perturbador introduzca en el sistema más incertidumbre de la que ya había. Por lo que vamos sabiendo, apenas dos o tres partidos se están librando de convulsiones internas, algunas más pacíficas que otras, a la hora de encajar personas, personajillos y personajetes, y hacer hueco, si se puede, a los que deberían ser inamovibles para que el invento tenga una mínima credibilidad. Pero esos factores perturbadores no solo son partidistas o personalistas, también los hay judiciales, y convulsionan a unos partidos más que a otros. En un extremo tenemos lo que le ha ocurrido a Casimiro Curbelo con su partido de siempre, el PSOE, que lo ha invalidado como candidato por una imputación que todavía no tiene apertura de juicio oral pero que, a juicio de Ferraz, tiene mala pinta. En el extremo contrario nos tropezamos nuevamente con el PP, el partido con mayor número de imputados de la historia de España, que mantiene a los suyos en Canarias estén incursos en procesos penales lo mismo que si se dedican a la filatelia o a la numismática. La alcaldesa de Telde, Mari Carmen Castellano, pedirá a los electores que la reelijan con una petición fiscal de cinco años de prisión por el caso Faycán y otras tres causas empujando para abrirse un hueco en su agenda. ¿Tú los has visto ponerse colorado? Pues no.

Montelongo, número uno de momento

También se va a encontrar en esa misma tesitura que la alcaldesa de Telde la candidata del PP al Cabildo de Fuerteventura, Águeda Montelongo, para quien una imputación penal como la del caso Patronato no es más que un picón en el zapato que se alivia acostumbrándose a él hasta que haya opción de sacudírselo. Está al caer, por lo que parece, el escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción, y ya hay periodistas que especulan con la petición que se anotará en la casilla de la inminente acusada. Montelongo tendrá que responder por los delitos de malversación de fondos, falsedad en documento público y prevaricación, todos ellos de manera continuada, lo que podría desembocar en una petición de la mitad superior de las penas que contempla el Código Penal. Para que se vayan haciendo una idea, podemos estar hablando de unos cinco años de cárcel y más o menos el doble de inhabilitación, lo que podría hacer hibernar la carrera política de esta mujer más de lo aconsejable para el regreso. Al tribunal que se forme en el TSJC para juzgarla le va a costar mucho trabajo absolverla al estilo que hizo con Jorge Rodríguez, portavoz económico del PP en el Parlamento, que evitó la cárcel pese a ser uno de los imputados más sandungueros del caso Grupo Europa. Antes de que termine el semestre, si nadie se saca de la manga una empanada sobre la no intromisión de la justicia en los procesos electorales, la señora Montelongo se sentará en el banquillo en compañía de los otros dos acusados. Y dado que le juzgará –por aforada- el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, solo cabrá recurso de la sentencia ante el Supremo. Lo que significa que el que vaya de número dos de la candidata tendrá muchas probabilidades de convertirse en el rey o la reina del mambo antes de que termine la próxima legislatura. Porque de dimitir antes ni hablamos, ¿verdad?

El PSOE de Tenerife, sin listas

Hemos dejado pasar un tiempo prudencial entre el ridículo y el estrepitoso fracaso cosechado la noche de este miércoles por el secretario general del PSOE de Tenerife, Manuel Fumero, y el que debería ser el momento de su dimisión. Pero ésta no ha llegado, lo que nos induce a pensar que tampoco está en su manual mandarse a mudar cuando se es incapaz siquiera de sacar adelante una de las pocas cosas en las que es competente: acordar, defender (y ganar) las listas del partido al Cabildo y al Parlamento por Tenerife ante el Comité Insular, el máximo órgano entre congresos. Fumero no ha dimitido (tic, tac, tic, tac, tic, tac…), ha colocado a su organización en una posición de ridículo universal, y para colmo, ha metido a la candidata regional –para cuyo bando trabaja de una manera absurda- en un enorme berenjenal porque la ha dejado sin su lista “ideal”, en la que él mismo pretendía ir de número dos, lo que ha dado muchísimo oxígeno a los que lo consideraban inadecuado para el puesto. Ahora será la Comisión Ejecutiva Regional, donde las extravagancias de Fumero no tienen predicamento y las imposiciones de la candidata presidencial llegan severamente dañadas, la que confeccione esa lista, determinante para el pulso que Patricia Hernández ha echado a la organización utilizando arietes de esta categoría. Podemos dar por sentado (y perdón por lo de podemos) que el secretario general del PSOE tinerfeño y alcalde de Vilaflor no ocupará el segundo puesto de esa lista, y no solo por falta de apoyo suficiente en las preliminares de las asambleas locales, sino porque difícilmente puede tener credibilidad ante el electorado un secretario general sin cuajo para conseguir convencer a los suyos de que del Comité Insular de este miércoles debió salir un acuerdo que evitara el ridículo. Al menos tuvo la habilidad de no proponer a sus compañeros que votaran porque se arriesgaba a salir con el rabo entre las patas. Y encima, imputado.

Pide una prórroga imposible

Porque además de la lista al Parlamento, Fumero y su equipo fueron incapaces de proponer y votar una lista de consenso al Cabildo de Tenerife frente a la que proponía el candidato presidencial, Aurelio Abreu, cabreado ante el intento de esa ventolera que llega del sur de la isla, de hacer tabla rasa. La imposición que el secretario general pretendía para la lista al poder legislativo, con la que no se forma gobierno y que no puede depender de la candidata presidencial, pretendía repetirse pero en sentido inverso sobre la de una Corporación cuyos miembros sí forman gobierno en torno a un presidente que se elige de forma directa por los ciudadanos. Estatutariamente, la lista debía haberse aprobado anoche para que el Comité Regional previsto para este sábado pudiera ratificarla o, en caso de disparate, enmendarla. Así que, ni corto ni perezoso, Fumero suspendió ese punto del orden del día y anunció que pediría a la dirección regional del PSOE una prórroga imposible: decidir las listas potestad del Comité Insular de Tenerife después del Comité Regional del sábado, del que deberían salir todas ratificadas. Llegados a esta altura del análisis hemos vuelto a preguntar si ya había dimitido Fumero y nos han vuelto a decir que no, que ahí sigue el hombre echándole la culpa al tiempo de sur.

Otro día de vértigo para la tele

Tampoco ha renunciado todavía a su candidatura a vocal del Consejo Rector de la Radiotelevisión Canaria la aspirante propuesta por el PSOE María Lorenzo, que habrá de someterse este jueves al escrutinio de la Comisión de Control de ese órgano a partir de las diez de la mañana, en el Parlamento de Canarias. Ya avanzábamos ayer en esta misma sección que el expediente profesional de la aspirante es impecable por el profundo conocimiento que tiene del sector audiovisual canario en su más amplio espectro, incluido el radioeléctrico. Nadie le va a discutir este jueves a Lorenzo sus capacidades y sus méritos, pero sí sus limitaciones de tipo legal para poder integrarse en este Consejo Rector que tantas dificultades está teniendo para nacer. El PSOE va a defender su idoneidad y, en caso de conflicto de intereses, el mecanismo que le asiste para la abstención o para ausentarse en el momento en que los asuntos que se aborden afecten a actividades relacionadas con el negocio familiar que ahora abandona temporalmente. Pero por parte de Román Rodríguez, de Nueva Canarias, el mismo diputado que desnudó sin piedad a Juan Santana (el comisario político que Soria quiso colar y cuyo sustituto también se examinará en esta sesión), es más que probable que se expongan varios motivos para invalidar la candidatura de María Lorenzo. El debate, nos tememos, va a ser muy crudo porque incluso es posible que las afecciones no se limiten a la candidata, sino también a las señorías que forman parte de esta comisión. Se podrá seguir en riguroso directo desde la web del Parlamento.