Una de las escaramuzas lanzadas la semana pasada por Mauricio y los pocos que le quedan alrededor, consistió en largar el rumor de que Mari Mar Julios, hasta ahora diputada nacional y actualmente parlamentaria regional, había aceptado ser vicepresidenta del Gobierno. Sería, de haber sido cierto y confirmarse el nombramiento, una especial puñalada trapera a Román porque Mari Mar Julios ha sido colaboradora del presidente en funciones desde que éste entró en el Servicio Canario de Salud. Pero la mentira mauriciana tuvo sus efectos en forma de cabreo en el seno de Ican para con la parlamentaria, a la que se reprocha una pachorrúa falta de reflejos: “Si es verdad que es un bulo, ¿por qué no saliste corriendo a desmentirlo?”, dicen que le dijeron. Pero fue un bulo, nos aclaran por todas partes.