Dice Pedro San Ginés que ya no tiene una relación sentimental con la heredera del doctor Rodríguez, propietaria en su parte alícuota (como hija que es de la vendedora) de la casa solariega adquirida por el Cabildo para albergar el museo arqueológico de Arrecife, una dotación cultural que entendemos debe ser un viejo anhelo de la población de la capital lanzaroteña y de la isla toda, que probablemente ha peregrinado y promovido novenas sin fin para conseguir tan alto propósito sin que nosotros, tan prosaicos, nos enteráramos a tiempo para resaltarlo convenientemente en estas humildes páginas. La operación alcanza un desembolso total para el Cabildo de 1,6 millones de euros, de los que ya se han pagado 200.000 de señal y otros 420.000 con cargo a los presupuestos de 2013. Tras ellos seguirán pagos de 120.000 euros al año durante el próximo quinquenio hasta concluir en un desembolso final de 420.000. Buen partido la ex novia de don Pedro, proclamamos. Nada se conoce, al menos que nosotros podamos manejar, cuánto va a costar montar allí un museo, ni lo que supondrá mientras tanto el mantenimiento de este inmueble, tan conflictivo como ocioso, dicho sea siempre con el debido respeto. Y ya que empleamos el término ocioso, nos viene a la cabeza el papel sumiso que en esta operación ha desempeñado el PSOE, socio de Coalición Canaria, partido del señor San Ginés, en el Cabildo. Para que no quedara duda del compromiso, el presidente de la Corporación hasta consiguió que la firma del número uno socialista apareciera en el documento de compromiso de pago, con lo que a su conciencia “tranquila e impoluta” que ha proclamado a los cuatro vientos San Ginés, haya de unirse de manera indisoluble la del vicepresidente del Cabildo, el socialista Joaquín Caraballo. Ya lo están crucificando sus compañeros de partido en la isla. Vienen curvas.