Que hay absentismo en la Administración autonómica canaria es una realidad incuestionable, como lo hay en todo el ámbito laboral hispano, tanto público como privado. Que ese absentismo público haya llegado a alcanzar en Canarias hasta el 15% es responsabilidad de quien no lo ha sabido controlar y/o sancionar en los casos legalmente previstos. Pero nunca es tarde cuando la dicha llega, porque en este borrador de medidas para recortar gastos, la Comunidad Autónoma se propone reducir drásticamente ese absentismo con una batería de medidas que empiezan por imponer como de uso corporativo obligado el Sistema Integral de Control Horario (SICOH), con tornos en cuanto se pueda, hasta la creación de tres unidades de Inspección Médica adscritas, respectivamente, a Función Pública, Sanidad y Educación. Bajo la coordinación de la primera, se pretende hacer un seguimiento más riguroso de las bajas médicas en la Comunidad Autónoma, para lo cual los ficheros automatizados con los datos del personal estarán al servicio de la causa. De entrada se propone en este borrador limitar a tres meses el cobro de los haberes íntegros del salario del trabajador de baja, con exclusión, en el caso del personal sanitario, de las contribuciones complementarias variables.