El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El nacionalista que en agosto pedía independencia
Desde este lunes hay que añadir otro eficaz remedio contra el nacionalismo. Ya decía Unamuno que ese mal se curaba viajando, conclusión única a la que llegó porque todavía no había nacido Nacho González. De otro modo, el genial pensador habría añadido a su aserto otra medicina infalible: abrazarse al que amenaza con ganar las elecciones. A esa certeza ha fiado el dueño del CCN su futuro político y no el de su partido, al que no cabe a estas alturas vaticinarle muchos éxitos futuros, dado el tremendo bandazo. Porque ya nos explicará Nacho algún día cómo se puede pasar de sentarse en agosto con don José Rodríguez Ramírez y brindar juntos por la independencia de Canarias, y menos de dos meses después abrazarse con indisimulada pasión con el enemigo público número uno de los nacionalistas, que es José Manuel Soria y su partido, el PP. La hemeroteca, cabrona como ella sola, recoge aquel fascinante momento en que Nacho y don Pepito celebran haberse encontrado después de tanto tiempo defendiendo juntos que “Canarias sea un Estado federado para luego lograr la independencia económica previa a la política”. Con su vertiente económica muy madurada: “Si se combina inteligentemente (sic) el petróleo y el turismo conseguiríamos fácilmente la independencia económica que se requeriría para plantear la independencia política”, dijo González a un entusiasta Ramírez
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