Mientras las personas más allegadas a Nacho Jiménez Mesa tratan de encontrar una salida que no disguste a la viuda del periodista, en la cocina goebbeliana se tiran de los pelos. No imaginaban que su intento de manipulación del nombre de Nacho pudiera ser tan descarado que hasta nosotros -de común despistados- nos diéramos cuenta. Larry Álvarez, periodista y vicepresidente del Cabildo, y Víctor Rodríguez Gago, periodista y jefe del Gabinete de Soria, sacaron este jueves las botellas y la gasolina, y a través de los boletines del PP empezaron a lanzar cócteles molotov en todas direcciones, especialmente hacia aquí, esta humilde redacción. Se sintieron muy aludidos cuando hablamos de caraduras y de intento de lavado de imagen, sin percatarse de que si siguen por la vía que van, hasta el mismísimo Urdaci se avergonzará de haber aceptado la invitación. A no ser que, ya metidos a mercenarios, el ex jefe de Informativos de TVE cobre tanto que le dé exactamente lo mismo quién sea el contratante. Por cierto, ¿el cheque de Urdaci lo firmará directamente Ángel Ferrera, presidente de Unelco?