Por mucho que se ponga haciendo el caballito el presidente del Gobierno, el escándalo de Las Teresitas sigue su curso en el TSJC, donde el viernes hubo nuevos testigos deponiendo ante la magistrada Carla Bellini. Dicen los que saben del sumario que habrá sustanciosas novedades después de Semana Santa, lo que seguramente llevará a Paulino y a Soria a rebuscar en el baúl de los recuerdos a ver si aparece alguna extraña relación entre la señora Bellini, nombrada por el Parlamento de Canarias a propuesta de CC y PP, con un antepasado italiano de Juan Fernando López Aguilar, y de ese modo encajar el eslabón perdido de una nueva conspiración. También habrá novedades muy pronto en el caso del salmón, una vez el secretario general del mismo Parlamento donde se dicen todas estas cosas ha confirmado a la magistrada Margarita Varona que don Manuel Fernández sólo ha declarado que es ingeniero técnico industrial. Y dos piedras. Y faltan las cuentas de Soria, que se asemejan cada día más a las del Gran Capitán, con sus picos, sus palas y sus azadones, pero en euros.