Don José tuvo sus más y sus menos con Paulino Rivero cuando se creó Videoreport Canarias, la sociedad que resultó milagrosamente adjudicataria del concurso de informativos de la Televisión Canaria y que, a través de sus productoras de nuevo cuño, consigue interesantes contratos para programas de entretenimiento. No quería el dueño de El Día que el presidente de esa nueva empresa fuera Juan Francisco García, de Canarias7, sino él, lo que desembocó en su autoexclusión. Un error fatal, porque con el 24% que ahora mismo se reparten Canarias7 y el Diario de Avisos entran unas perritas en sus respectivas sociedades para hacer frente a los malos momentos del sector. Pero como Paulino Rivero es hombre paciente y comprensivo, ya ha perdonado aquellos gestos de soberbia a don Pepito y ha cursado las órdenes oportunas para que Willy García de un poco de juego a El Día. Lo que explica, por si no se lo hubieran explicado ya todos ustedes, las alabanzas, los vítores y las aleluyas que el editor y su columnista Andrés Chaves lanzan en favor del director de la televisión pública. Chaves empieza estos días a presentar el programa Memoria de un Archipiélago, y ya ha definido los trabajos previos como “un ejercicio precioso e impagable”. Lo de precioso se lo pasamos, que él es un romántico a su manera, pero lo de impagable lo dejamos en cuarentena a la espera de que cuente al mundo las cifras de este favorcete.