Domingo Medina no se ha caracterizado nunca por ser la cabeza mejor amueblada del PSOE tinerfeño, y ha sido precisamente su relación con Pepe Segura la que le ha mantenido cerca de los círculos influyentes del socialismo (cosas de la termodinámica, donde se conjuga a la perfección el calorcito que da el poder). Otras relaciones suyas nada recomendables le han permitido, además, estar cerca del poder ático, pero esa es otra historia muy conocida y comentada dentro del PSOE. Medina ha atacado a su partido y al jefe superior de Policía justo cuando mejor venía a los adversarios del socialismo, en el preciso instante en que el Parlamento debatía una vez más la creación de la Policía Autonómica. Pero esta vez con el respaldo inestimable del Partido Popular, cuyo presidente elegía el mismo día para abandonar su retiro espiritual y ponerse a rajar de lo lindo. Ya se cruzan apuestas en Tenerife a ver cuánto tarda el ex asesor del delegado del Gobierno en cambiarse de bando. Como ha hecho otro ilustre amigo de Pepe Segura, Juan Romero Pi.