Desde hace semanas se aprecia desde la Policía Nacional cierto encono hacia los representantes de los colectivos que integran la plataforma ciudadana Asamblea por Tenerife. Presentan un escrito en la Subdelegación del Gobierno y un par de agentes les siguen hasta una cafetería para reclamarles su identificación y tratar de amedrentarlos. El sábado, para mejor proveer, el Ayuntamiento zerolés ordenó que delante de los manifestantes una cuadrilla procediera a retirar los carteles de convocatoria de la manifestación, una provocación innecesaria que calentó mucho a los asistentes. Algunos pretendieron retratar a los sufridos operarios, pero un agente de la Policía Local, el identificado con el número 179-0, se puso flamenco y estuvo empujando a un informador de manera ostentosa y sin recato. Les ofrecemos la foto buena porque las demás salieron movidas. Y se imaginarán.