La moción de Pérez-Camacho condenando “la dictadura cubana” está basada en la histórica doctrina del PP sobre el Gobierno de los hermanos Castro. Es la misma doctrina que llevó a ese mismo partido a votar lo que votó este jueves en el Parlamento Europeo, justo en un momento en que Cuba es noticia mundial por la muerte del activista Orlando Zapata y el delicado estado de salud de Guillermo Fariñas. Aplicando la coherencia y la unidad de doctrina, es más que previsible que el Partido Socialista apoye la moción de Pérez-Camacho. Coherencia y doctrina que pasarán una azarosa factura al PP canario, cuyo presidente está ahora en esa incómoda situación de reírle la gracia a su socio de CC por encima de cualquier otra consideración y aún a costa de los cadáveres que puedan quedar tras los disparos a discreción de Manolo Fernández desde la trinchera. Peor lo tiene Coalición Canaria, cuya última postura oficial ha sido la de respaldar el famoso viaje de Paulino Rivero a La Habana. Desde entonces ha cambiado tanto el panorama que su posición -sea cual sea la que adopte- va a ser muy complicada de explicar. Y de votar. Un fiera el Pérez-Camacho éste.