La cena de Monteluz fue una repetición casi calcada de un almuerzo similar celebrado también en casa de Augusto Brito hacia finales de 2008, en una fecha indeterminada a caballo entre un comité regional del PSOE y el congreso del partido que reeligió formalmente a López Aguilar como secretario general y que descabalgó cruelmente a Saavedra de los órganos ejecutivos del partido. Aquel comité del verano había sido especialmente duro para López Aguilar con una sucesión de intervenciones alentadas desde la presidencia, lo que animó a Saavedra, Brito, Pérez, Spínola y Franquis a reunirse en Monteluz para pedir a Jotaflá que se retirara. El secretario general no lo hizo y siempre recordará aquel encuentro como una encerrona del sector histórico de su partido, anclado en las viejas formas de entender la política canaria. Las posturas se han ido enconando desde entonces, especialmente por parte de Saavedra, que aún viendo cómo le montan a su secretario general el puente de plata, se atreve incluso a llamarle franquista.